En su magnífico libro En defensa de la Ilustración, el psicólogo Steven Pinker cita al incansable buscador de la paz, John Galtung, que señalaba que, si un periódico se publicara una vez cada cincuenta años, no contaría medio siglo de chismes de famosos y escándalos políticos. Informaría de cambios globales trascendentales como el aumento de la esperanza de vida.
Al hilo de lo anterior, creo que si se tuviera que resumir con una frase la historia de la universidad española en los últimos 50 años se tendría que hace con este titular: «La universidad española se ha convertido en el motor de la modernización de España».
Esta afirmación, que sin duda sorprenderá a muchos, incluidos a algunos universitarios, es una verdad tan incontestable como que la democracia ha traído a España el periodo de mayor prosperidad y progreso de su historia.
Es cierto que hay mucho que mejorar y son grandes los retos que debemos afrontar pero ello no es motivo para desmerecer los éxitos alcanzados por la universidad española en los últimos decenios en todos sus ámbitos de actuación, desde su papel como ascensor social, hasta su contribución, sin parangón en nuestra historia, al avance de la ciencia, la tecnología, las ciencias sociales o las humanidades.
Hasta aquí, la historia nos juzgará bien. A partir de aquí, está todo por hacer. La casilla de salida nos sitúa en una posición inmejorable para seguir haciendo historia. Nuestro pasado nos avala.
03/12/2019 @jitorreg